Espacios faciales primarios y secundarios afectados durante
las infecciones faciales.
Las enfermedades infecciosas continúan siendo uno de los
problemas de salud más importantes en la región de América Latina. Una
infección es la proliferación nociva de microorganismos (bacterias, virus,
protozoarios o parásitos multicelulares) dentro de un huésped, o el conjunto de
signos y síntomas locales producidos en los tejidos por la penetración de
gérmenes patógenos que alteran y destruyen las células de dichos tejidos.
Las infecciones en cavidad oral principalmente son de
tipo bacteriano, micótico, viral o mixtas y pueden diseminarse por vía hematógena,
nerviosa, linfática o por contigüidad.
Las infecciones faciales;
Pueden ser odontogénicas y no odontogénicas, la
etiología de las primeras es multifactorial: caries, abrasión, fisuras,
fracturas luxaciones dentarias, defectos del desarrollo dentario, bolsas
periodontales, bacteremias, bruxismo, movimientos ortodónticos, preparación de
cavidades o tallados dentarios, anacoresis, cambios bruscos de temperatura con
generación de calor, electrogalvanismo, variaciones bruscas de presión,
radiaciones, toxicidad de materiales de obturación, intoxicaciones endógenas
(diabetes mellitus, gota, nefropatías), intoxicaciones exógenas (plomo,
mercurio), fisiológicas (envejecimiento), idiopáticas.
Infecciones odontógenas
Las infecciones odontógenas y sus complicaciones
constituyen una patología muy frecuente del territorio maxilofacial. Estos
procesos engloban un amplio espectro de entidades desde infecciones localizadas
en el diente, como pulpitis o periodontitis, hasta infecciones graves
diseminadas en los espacios fasciales de cabeza y cuello que pueden poner en
riesgo la vida del paciente.
La incidencia de infecciones odontógenas graves ha
disminuido en las últimas décadas debido fundamentalmente a una mejora en la
salud dental y a una mayor y mejor utilización de la terapéutica antibiótica.
(Cristina
I García Villarmet, 3 Septiembre 2009, págs. 177 - 179) Vías de la propagación
de la Infección
Cuando se produce la inoculación del
tejido periapical por bacterias a partir de un foco odontogénico, la primera
barrera local que limita la propagación de la infección periapical es el hueso
alveolar. Cuando queda allí confinada se denomina absceso alveolar o
periapical. El diente es sensible a la percusión y a veces se halla extruído
del alvéolo.
Si la infección progresa tiende a
diseminar a través del hueso esponjoso hasta encontrar una de las placas
corticales. Cuando la infección ha erosionado el hueso cortical, la siguiente
barrera es el periostio, que puede retrasar la propagación hacia los tejidos
blandos, dando lugar entonces a la formación de un absceso subperióstico. El
pus se acumula entre el hueso y el periostio y la disección del mismo debido a
la presión hidrostática da lugar a un proceso agudo muy doloroso. Clínicamente
aparece como una inflamación firme y dolorosa a la palpación por encima de la
superficie cortical del maxilar.
En la mayoría de los casos la barrera
del periostio no es suficiente para frenar la infección y sigue hacia los
tejidos blandos. La localización anatómica de la infección desde un diente
cualquiera depende del lugar donde se haya producido la perforación en la
cortical ósea y de la disposición anatómica de los músculos y aponeurosis
adyacentes.
Celulitis: es una tumefacción pastosa,
con límites mal definidos, sin destrucción de tejidos ni formación de pus.
Absceso: Tumefacción blanda con bordes
bien definidos, con destrucción de tejidos y formación de pus.
La infección puede quedar confinada en
la cavidad oral o afectar los diferentes espacios faciales; estos son espacios
virtuales entre los planos aponeuróticos que contienen tejido conectivo y
diversas estructuras anatómicas. Pueden distenderse y llenarse de pus, estan
estrechamente comunicados y la infección se pude difundir de unos a otros.
(Echeverri., 15 )
Espacios faciales
Los espacios faciales son espacios virtuales entre los
planos aponeuratios que contienen tejido conectivo y diversas estructuras atómicas.
Estas áreas son espacios potenciales que pueden distenderse y llenarse de pus
cuando tiene lugar la infección. Además son espacios estrechamente comunicados
a la infección puede difundir rápidamente de unos a otros. Los espacios
faciales pueden clasificarse en relación con la infecciones odontogenas en
primarios y secundarios.
Espacios faciales primarios; son aquellos que pueden
afectarse directamente a partir de una infección odontogena, ya que se
encuentra inmediatamente adyacente a los maxilares. Los principales espacios
faciales primarios maxilares son; canino, bucal e infratemporal. Los espacios
fasciales rimarios mandibulres son; bucal, submentoniano, sublingual y
submaxilar
Espacios faciales secundarios; son aquellosque se
afectan a partir de la extensión de la infección de los primarios. Cuando esto
ocurre frecuentemente la infección es más importante y difícil de tratar, con
mayor número de complicaciones y mortalidad. Los espacios faciales secundarios
son; maseterino, pterigomandibular , temporal profundo y temporal superficial,
faríngeo lateral, retrofaringeo y prevertebral. (Raspall, pág. 265)
Fig 1 Absceso vestibular
Absceso vestibular: Es el más frecuente. En los abscesos del maxilar superior es la
forma más frecuente. En la mandíbula se da en área de incisivos, caninos y
premolares.
Fig 2 Absceso palatino:
Absceso palatino: Es de tipo subperióstico, se da más frecuentemente en el incisivo
lateral y en la raíz palatina del primer molar superior o de un premolar.
Fig3 Absceso
del espacio canino
Absceso del
espacio canino: Se afecta por la infección del
canino superior cuando erosiona la cortical por encima de la inserción del
músculo elevador del labio superior.
Fig 4
Absceso del espacio bucal
Absceso del
espacio bucal: está delimitado lateralmente por la
piel de la mejilla y medialmente por el músculo buccinador. Se afecta por la
extensión de la infección desde molares
inferiores y superiores que perfora la cortical por encima de la inserción del
músculo buccinador. Es más frecuente el compromiso de molares superiores.
Fig 5 Absceso
del espacio infratemporal
Absceso del espacio infratemporal: Ubicado posterior al maxilar superior, limitado medialmente por la
lámina pterigoidea, la porción inferior del músculo pterigoideo externo y la
pared lateral de la faringe, hacia arriba por la base del cráneo y lateralmente
por el tendón del músculo temporal y la apófisis pterigoides. En este espacio
se encuentran la arteria maxilar interna, el nervio mandibular y el plexo
venoso pteriogoideo. Se afecta infrecuentemente a partir de infección en
terceros molares superiores. La proximidad con el plexo venoso pterigoideo
permite que la infección pueda propagarse a través de la hendidura esfenoidal
al seno cavernoso.
Fig 6 Absceso submentoniano
Absceso
submentoniano: limitado por fuera por los vientres
anteriores del digástrico, por arriba por el músculo milohihideo y por fuera
por la piel. Su infección se produce a partir de los incisivos inferiores con raices que
perforan la cortical labial por debajo de la inserción de los músculos
mentonianos. Es poco frecuente su compromiso.
Fig 7 Absceso sublingual:
Absceso sublingual: Limitado por debajo por el músculo milohioideo, por fuera por la
cara lingual de la mandíbula, por encima por la mucosa del piso de la boca y
por dentro por los músculos genihioideo, geniogloso y estilogloso. Se produce
por perforación de la cortical lingual
de origen en premolares y molares inferiores, sobre todo el primer molar
inferior con ápices por encima de la inserción del milohioideo. La infección se
propaga fácilmente al espacio submaxilar.
Fig 8 Absceso submandibular
Absceso
submandibular: limitado por fuera por la piel, la
aponeurosis superficial, el músculo platisma y la
capa superficial de la
aponeurosis superficial profunda. . Por dentro está limitado por los músculos milohioideos,
hiogloso y estilogloso y por arriba por la cara medial de la mandíbula y la
inserción del músculo milohioideo. La infección ocurre a partir de segundos y
terceros molares inferiores con raices por debajo de la inserción del
milohioideo.
Fig 9 Angina de Ludwig
Angina de
Ludwig: se presenta cuando se afectan los espacios
submental, submaxilar y sublingual. Es una celulitis que se propaga rápidamente
hacia los espacios faciales secundarios y provoca con frecuencia obstrucción de
la vía aérea. Además presenta desplazamiento posterior de la lengua, trismus y
disfagia, se trata agresivamente con desbridamientos amplios y antibioterapia,
vigilando la vía aérea. (Echeverri., 15 )
Absceso de espacios fasciales
secundarios
Se tratara los abscesos de los espacios maseterino,
pterigomandibular y temporales superficial y profundo. Estos tres espacios
masticador ya que están deimitados por gascias y músculos masticatorios
Fig 10 Absceso maseterino
Absceso maseterino; está
limitado externamente por el musculo masetero
e internamente por la superficie lateral de la rama mandibular.
Superiormente se extiende hasta el nivel del arco cigomático y se comunica con
el espacio infratemporal.
Fig 11 Absceso pterigomandibular
Absceso pterigomandibular Se localiza medial a la cara interna de la rama ascendente
mandibular y lateral al musculo pterigoideo interno. Por detrás se comunica con
el espacio faríngeo lateral. Este es e espacio en el que se realiza la
infiltración anestésica en la anestesia truncular del nervio alveolo inferior
Fig 12 Absceso
del espacio temporal
Absceso del espacio temporal está dividido en dos por el musculo temporal, espacio temporal
profundo y superficial. El superficial está limitado externamente por la
aponeurosis temporal e internamente por el musculo temporal. El profundo se
halla limitado externamente o la superficie medial del musculo temporal e
internamente por el hueso temporal y el
ala mayor del hueso esfenoides. Ambos espacios se comunican entre s y con el
espacio infratemporal, por lo que la mayoría de las veces todos suelen estar
afectados (Raspall, págs. 278-280)
BIBLIOGRAFÍA
Cristina I García
Villarmet, *. E. (3 Septiembre 2009). Infecciones faciales odontogénicas:.
Revista
Odontológica Mexicana, Vol. 13, Núm. .
Echeverri., D. P.
(2012 de abril de 15 ). correap.wordpress.
Obtenido de https://correap.wordpress.com/infecciones-odontogenicas/
Raspall, G. (s.f.). Cirugia
oral e implantologia . EDITORIAL MEDICA panamericana .
0 comentarios:
Publicar un comentario