lunes, 20 de marzo de 2017

ESPACIOS FACIALES PRIMARIOS Y SECUNDARIOS AFECTADOS DURANTE LAS INFECCIONES FACIALES


Espacios faciales primarios y secundarios afectados durante las infecciones faciales.
Las enfermedades infecciosas continúan siendo uno de los problemas de salud más importantes en la región de América Latina. Una infección es la proliferación nociva de microorganismos (bacterias, virus, protozoarios o parásitos multicelulares) dentro de un huésped, o el conjunto de signos y síntomas locales producidos en los tejidos por la penetración de gérmenes patógenos que alteran y destruyen las células de dichos tejidos.
Las infecciones en cavidad oral principalmente son de tipo bacteriano, micótico, viral o mixtas y pueden diseminarse por vía hematógena, nerviosa, linfática o por contigüidad.
Las infecciones faciales;

Pueden ser odontogénicas y no odontogénicas, la etiología de las primeras es multifactorial: caries, abrasión, fisuras, fracturas luxaciones dentarias, defectos del desarrollo dentario, bolsas periodontales, bacteremias, bruxismo, movimientos ortodónticos, preparación de cavidades o tallados dentarios, anacoresis, cambios bruscos de temperatura con generación de calor, electrogalvanismo, variaciones bruscas de presión, radiaciones, toxicidad de materiales de obturación, intoxicaciones endógenas (diabetes mellitus, gota, nefropatías), intoxicaciones exógenas (plomo, mercurio), fisiológicas (envejecimiento), idiopáticas.
Infecciones odontógenas

Las infecciones odontógenas y sus complicaciones constituyen una patología muy frecuente del territorio maxilofacial. Estos procesos engloban un amplio espectro de entidades desde infecciones localizadas en el diente, como pulpitis o periodontitis, hasta infecciones graves diseminadas en los espacios fasciales de cabeza y cuello que pueden poner en riesgo la vida del paciente.
La incidencia de infecciones odontógenas graves ha disminuido en las últimas décadas debido fundamentalmente a una mejora en la salud dental y a una mayor y mejor utilización de la terapéutica antibiótica.
(Cristina I García Villarmet, 3 Septiembre 2009, págs. 177 - 179) Vías de la propagación de la Infección
Cuando se produce la inoculación del tejido periapical por bacterias a partir de un foco odontogénico, la primera barrera local que limita la propagación de la infección periapical es el hueso alveolar. Cuando queda allí confinada se denomina absceso alveolar o periapical. El diente es sensible a la percusión y a veces se halla extruído del alvéolo.
Si la infección progresa tiende a diseminar a través del hueso esponjoso hasta encontrar una de las placas corticales. Cuando la infección ha erosionado el hueso cortical, la siguiente barrera es el periostio, que puede retrasar la propagación hacia los tejidos blandos, dando lugar entonces a la formación de un absceso subperióstico. El pus se acumula entre el hueso y el periostio y la disección del mismo debido a la presión hidrostática da lugar a un proceso agudo muy doloroso. Clínicamente aparece como una inflamación firme y dolorosa a la palpación por encima de la superficie cortical del maxilar.
En la mayoría de los casos la barrera del periostio no es suficiente para frenar la infección y sigue hacia los tejidos blandos. La localización anatómica de la infección desde un diente cualquiera depende del lugar donde se haya producido la perforación en la cortical ósea y de la disposición anatómica de los músculos y aponeurosis adyacentes.

Celulitis: es una tumefacción pastosa, con límites mal definidos, sin destrucción de tejidos ni formación de pus.
Absceso: Tumefacción blanda con bordes bien definidos, con destrucción de tejidos y formación de pus.
La infección puede quedar confinada en la cavidad oral o afectar los diferentes espacios faciales; estos son espacios virtuales entre los planos aponeuróticos que contienen tejido conectivo y diversas estructuras anatómicas. Pueden distenderse y llenarse de pus, estan estrechamente comunicados y la infección se pude difundir de unos a otros. (Echeverri., 15 )

Espacios faciales

 Los espacios faciales son espacios virtuales entre los planos aponeuratios que contienen tejido conectivo y diversas estructuras atómicas. Estas áreas son espacios potenciales que pueden distenderse y llenarse de pus cuando tiene lugar la infección. Además son espacios estrechamente comunicados a la infección puede difundir rápidamente de unos a otros. Los espacios faciales pueden clasificarse en relación con la infecciones odontogenas en primarios y secundarios.
Espacios faciales primarios; son aquellos que pueden afectarse directamente a partir de una infección odontogena, ya que se encuentra inmediatamente adyacente a los maxilares. Los principales espacios faciales primarios maxilares son; canino, bucal e infratemporal. Los espacios fasciales rimarios mandibulres son; bucal, submentoniano, sublingual y submaxilar
Espacios faciales secundarios; son aquellosque se afectan a partir de la extensión de la infección de los primarios. Cuando esto ocurre frecuentemente la infección es más importante y difícil de tratar, con mayor número de complicaciones y mortalidad. Los espacios faciales secundarios son; maseterino, pterigomandibular , temporal profundo y temporal superficial, faríngeo lateral, retrofaringeo y prevertebral. (Raspall, pág. 265)
Fig 1 Absceso vestibular

 Absceso vestibular: Es el más frecuente. En los abscesos del maxilar superior es la forma más frecuente. En la mandíbula se da en área de incisivos, caninos y premolares.
Fig 2 Absceso palatino:

 Absceso palatino: Es de tipo subperióstico, se da más frecuentemente en el incisivo lateral y en la raíz palatina del primer molar superior o de un premolar.
      Fig3 Absceso del espacio canino

 Absceso del espacio canino: Se afecta por la infección del canino superior cuando erosiona la cortical por encima de la inserción del músculo elevador del labio superior.

        Fig 4 Absceso del espacio bucal

 Absceso del espacio bucal: está delimitado lateralmente por la piel de la mejilla y medialmente por el músculo buccinador. Se afecta por la extensión de la infección  desde molares inferiores y superiores que perfora la cortical por encima de la inserción del músculo buccinador. Es más frecuente el compromiso de molares superiores.
       Fig 5 Absceso del espacio infratemporal

Absceso del espacio infratemporal: Ubicado posterior al maxilar superior, limitado medialmente por la lámina pterigoidea, la porción inferior del músculo pterigoideo externo y la pared lateral de la faringe, hacia arriba por la base del cráneo y lateralmente por el tendón del músculo temporal y la apófisis pterigoides. En este espacio se encuentran la arteria maxilar interna, el nervio mandibular y el plexo venoso pteriogoideo. Se afecta infrecuentemente a partir de infección en terceros molares superiores. La proximidad con el plexo venoso pterigoideo permite que la infección pueda propagarse a través de la hendidura esfenoidal al seno cavernoso.

Fig 6  Absceso submentoniano

 Absceso submentoniano: limitado por fuera por los vientres anteriores del digástrico, por arriba por el músculo milohihideo y por fuera por la piel. Su infección se produce  a partir de los incisivos inferiores con raices que perforan la cortical labial por debajo de la inserción de los músculos mentonianos. Es poco frecuente su compromiso.
Fig 7 Absceso sublingual:

Absceso sublingual: Limitado por debajo por el músculo milohioideo, por fuera por la cara lingual de la mandíbula, por encima por la mucosa del piso de la boca y por dentro por los músculos genihioideo, geniogloso y estilogloso. Se produce por perforación de  la cortical lingual de origen en premolares y molares inferiores, sobre todo el primer molar inferior con ápices por encima de la inserción del milohioideo. La infección se propaga fácilmente al espacio submaxilar.
Fig 8 Absceso submandibular

 Absceso submandibular: limitado por fuera por la piel, la aponeurosis superficial, el músculo platisma       y la  capa superficial de la  aponeurosis superficial profunda. . Por dentro está limitado por los músculos milohioideos, hiogloso y estilogloso y por arriba por la cara medial de la mandíbula y la inserción del músculo milohioideo. La infección ocurre a partir de segundos y terceros molares inferiores con raices por debajo de la inserción del milohioideo.
Fig 9  Angina de Ludwig

 Angina de Ludwig: se presenta cuando se afectan los espacios submental, submaxilar y sublingual. Es una celulitis que se propaga rápidamente hacia los espacios faciales secundarios y provoca con frecuencia obstrucción de la vía aérea. Además presenta desplazamiento posterior de la lengua, trismus y disfagia, se trata agresivamente con desbridamientos amplios y antibioterapia, vigilando la vía aérea. (Echeverri., 15 )


Absceso de espacios fasciales secundarios


Se tratara los abscesos de los espacios maseterino, pterigomandibular y temporales superficial y profundo. Estos tres espacios masticador ya que están deimitados por gascias y músculos masticatorios
  Fig 10 Absceso maseterino

Absceso maseterino; está limitado externamente por el musculo masetero  e internamente por la superficie lateral de la rama mandibular. Superiormente se extiende hasta el nivel del arco cigomático y se comunica con el espacio infratemporal.
   Fig 11 Absceso pterigomandibular

Absceso pterigomandibular Se localiza medial a la cara interna de la rama ascendente mandibular y lateral al musculo pterigoideo interno. Por detrás se comunica con el espacio faríngeo lateral. Este es e espacio en el que se realiza la infiltración anestésica en la anestesia truncular del nervio alveolo inferior
          Fig 12 Absceso del espacio temporal

Absceso del espacio temporal está dividido en dos por el musculo temporal, espacio temporal profundo y superficial. El superficial está limitado externamente por la aponeurosis temporal e internamente por el musculo temporal. El profundo se halla limitado externamente o la superficie medial del musculo temporal e internamente por  el hueso temporal y el ala mayor del hueso esfenoides. Ambos espacios se comunican entre s y con el espacio infratemporal, por lo que la mayoría de las veces todos suelen estar afectados  (Raspall, págs. 278-280)


BIBLIOGRAFÍA

Cristina I García Villarmet, *. E. (3 Septiembre 2009). Infecciones faciales odontogénicas:.
Revista Odontológica Mexicana, Vol. 13, Núm. .
Echeverri., D. P. (2012 de abril de 15 ). correap.wordpress. Obtenido de https://correap.wordpress.com/infecciones-odontogenicas/
Raspall, G. (s.f.). Cirugia oral e implantologia . EDITORIAL MEDICA panamericana .











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